Tal vez algunos de ustedes no saben mucho sobre la vitamina K y lo importante que es para nuestro cuerpo. Al igual que la vitamina D, la vitamina K también pertenece a las vitaminas liposolubles. Las dos vitaminas D y K también son interdependientes y a menudo sólo su combinación puede tener efectos positivos en nuestro organismo.
La vitamina K tiene dos formas diferentes vitamina K1 y K2 y es un regulador necesario para la coagulación de la sangre y puede establecer un buen equilibrio en la capacidad de coagulación de la sangre. Asimismo, la vitamina K, al activar una determinada proteína (proteína de la matriz GLA), puede prevenir la calcificación de los vasos sanguíneos, tanto en las arterias como en las venas. Esto es lo que han demostrado estudios recientes.
En «cooperación» con la vitamina D, la vitamina K tiene un efecto de apoyo en el metabolismo del calcio y, por tanto, en los dientes y los huesos. Por un lado, la carencia de vitamina K provoca una baja densidad ósea y, por otro, aumenta el riesgo de osteoporosis, incluso si se dispone de suficiente vitamina D.
La vitamina K1 se encuentra en varios alimentos, la vitamina K2 es producida por microorganismos, pero también se encuentra en los alimentos. La vitamina K1 se encuentra en varias plantas y hierbas verdes como el cebollino y el perejil, las espinacas, el brócoli y la lechuga de hoja. La vitamina K2, en cambio, se encuentra en el queso, la mantequilla y las yemas de huevo.
Aquí puede encontrar otro artículo sobre la vitamina B1 (:
Fuente:
Para el sistema cardiovascular y los huesos. No sólo la coagulación de la sangre necesita vitamina K. en: BIOBlick. Revista de Nutrición y Salud, número 1/2017, p. 7 u. 8