Los cereales forman parte de la dieta humana desde hace miles de años. Esta importancia central para la nutrición humana ha cambiado poco hasta la actualidad. Los cereales se cultivan en cerca del 60% de las tierras cultivables del mundo. Sólo en los llamados países ricos ha disminuido el consumo de productos de cereales.
El grano de cereal contiene casi todos los nutrientes y materiales de construcción que son importantes para la nutrición humana.
Mientras que los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas proporcionan al organismo energía y materiales de construcción, las vitaminas y los minerales regulan el funcionamiento del cuerpo.
Los cereales son una de las fuentes más valiosas de vitamina B1.
Los depredadores de la vitamina B1 son: Azúcar y harina blanca.
Harina blanca: se eliminan el salvado y el germen del grano. Como resultado, se pierden vitaminas y minerales vitales.
El grano se tritura y se blanquea y se somete así a un largo proceso químico. El producto final es una harina blanca y fina que apenas contiene vitaminas, minerales y fibra, es decir, es un alimento desnaturalizado.
- La harina integral es un grano completamente molido con capas de borde y germen.
Rico en sustancias vitales y fibra, el germen de cereal contiene todas las vitaminas.
El pan fresco y casero huele delicioso, por supuesto. Hay tantas recetas para tu gusto que tú también estarás horneando tu pan favorito en poco tiempo. Sin embargo, si no ha comido granos enteros antes, ¡acostumbre lentamente a sus órganos digestivos al trabajo extra!
¿Qué valor tienen los cereales en la alimentación (de los niños)?
Especialmente para nuestros niños, los cereales son de gran valor:
Los cereales dan fuerza para la estructura, el crecimiento y la vitalidad.
¡Los cereales te hacen fuerte! Mediante la conversión del almidón de alta calidad en azúcar. La fuerza de voluntad y la capacidad de percepción se ven reforzadas.
Los cereales son buenos para el organismo y favorecen el sistema inmunitario.
Como fuente de energía a largo plazo para nuestro cerebro, los cereales aumentan la capacidad de rendimiento y concentración.
Aspectos destacables de la preparación de los cereales:
Lavar o escaldar:
Con el colador sobre el agua corriente.
Lavar siempre el mijo en caliente. Escaldar el trigo sarraceno.
Empápate:
3 – 10 horas, en frío o tibio
una parte de grano – dos partes de agua (¡utiliza siempre el agua de remojo para cocinar!)
Darren:
Asar a 60 o 70 grados. Esto hace que los cereales sean más digeribles y aromáticos.
En el trigo sarraceno, la cebada y la avena se evita la formación de mucosidad.
Cocinar a fuego lento:
Calor ligero, 30 – 60 grados
Fuentes:
Tapar y dejar reposar.